¿Seréis vosotros una de las parejas que en la actualidad engloban menos del 10% que se mantienen unidas con el paso del tiempo de forma feliz ?(no por miedo a estar solos o conformándose cuando lo que tienen no les basta, que alucinantemente acumulan una porcentual elevadísima en el groso de las parejas longevas).
Veamos si tenéis lo que hay que tener!
Según el psicólogo G. Nardone, existen tres elementos a tener muy en cuenta a la hora de predecir la longevidad/ satisfacción de una relación de pareja. Esta observación se basa no solo en numerosos estudios de investigación sino también en el análisis del mundo natural. Existen pocos animales monógamos en la naturaleza. Curiosamente, o no, estas especies son las que tienen mayor desarrollo intelectual y social, es decir, se corresponden a las especies mas cercanas a nosotros. Entre ellos tenemos al lobo, cetáceos como la orca, los pingüinos, el oso polar, los cisnes, los ratones de la pradera, los albatros, las nutrias o las tórtolas.
Estos animales tienen tres puntos en común a la hora de relacionarse, que hacen que sus uniones puedan ser perdurables y felices:
El primero es el cortejo reciproco y cíclico. Es decir, cuando nos enamoramos nos sentimos extremadamente deseados, sentimos una pasión hacia el otro que mueve montañas y que nos haría hacer casi cualquier cosa con tal de estar cerca del otro. Obviamente esta sensación debe moderarse por el bien de todos, ya que esta locura transitoria no es sana mantenerla en niveles tan altos por largo tiempo sino que cumple una función de acoplamiento. Eso no quiere decir que tras el periodo de acomodación tengamos que pasar de 100 a 0 y vivir en un desierto emocional, estable y aburrido, muerto. Porque cuando esto ocurre, el amor se escapa por la ventana como un globo de helio, que difícilmente podemos recuperar. Sin embargo, y como hacen los pingüinos, existe una posibilidad intermedia que enciende nuestros sentidos, alternando la tranquilidad y el reposo con la excitación y la novedad, es el cortejo intermitente. Hemos de tener claro un concepto, y es el de la ley del contraste. La fluctuación es necesaria para poder apreciar las diferencias de estado. Como decía Oscar Wilde, no hay nada mas catastrófico que una concatenación de días felices.
Sin variaciones, matices y oscilaciones, no podemos sentir la diferencia de emociones y por lo tanto, se neutralizan. Por ello, no existe uno sin el otro, la alegría sin la tristeza, la luz sin oscuridad, el bien sin el mal. Esto significa que si nos dan para cenar langosta, en un día especial y bien adornada, la disfrutaremos como si de un sueño se tratara, pero si nos la dan cada día, desayuno, comida y cena, durante un mes, al final podemos tirarle a alguien la langosta por la cabeza..
Así, como los animales mas listos, si nos centramos en mantener os deseables, tanto estéticamente como en actitudes y modales, si logramos ina intimidad sexual complaciente 6 nos cuidamos de intercambiar gestos afectuosos de forma constante, con una buena fluctuación en cuanto a la intensidad e intervalos, como sinde una cometa se tratara, que basa su vuelo en el estira y afloja continuo de la cuerda, podemos mantener vivas y estimulantes las sensaciones de placer y deseo que mueven el mundo.
“Entre dos individuos, la Harmonía nunca se da por descontado, debe ser conquistada continuamente “. S. Beauvior.
La segunda condición que se ha visto es la de la complicidad. Las parejas que se mantienen felizmente unidas a largo plazo tienen comportamientos de leal alianza y en sintonía, lo cual no significa que haya que estar de acuerdo siempre con el partner sino que a pesar de no estar siempre de acuerdo, somos capaces de empatizar con ellos, de comprenderlos y de ser cómplices, de que sientan que les apoyamos a pesar de todo. Ante todo somos un equipo y remamos juntos.
Todo esto se traduce en la búsqueda de aceptación reciproca y de la búsqueda de equilibrio a la hora de compartir la diversidad natural de cada uno.
La complicidad es algo que se puede ver y sentir a través de las miradas que se dan los esposos amantes, el contacto físico que se muestran en publico y los comentarios libres y confidentes, picaros y traviesos que delatan la conexión entre ellos.
Por ultimo, la exclusividad en la relación parece ser otro factor decisivo, y atentos, porque con exclusividad en el vinculo no significa necesariamente que no pueda haber en un momento determinado, ciertos affaires externos. Significa tener la convicción de que nada ni nadie puede sustituir lo que tenemos, que ninguna otra relación es comparable a la nuestra por la fuerza del vinculo que tenemos con nuestra pareja. Es insustituible, inimitable y las sensaciones que nos hace sentir son únicas.
Este eslabón determina el hecho de saber que hemos elegido correctamente y de que nuestro sitio esta aquí, junto a nuestra pareja.
Ahora podéis hacer un recuento de lo que tenéis y de lo que os falta, y desde luego, si no disponéis de todo lo que necesitáis, no os preocupéis, eso si, no preocuparse pero ocuparse de cultivarlo porque el amor es una construcción del día a día, no solo una inspiración que llega de la nada.
Ángela Gual, psicólogo en Palma de Mallorca