Todos los años esperamos con ansias un evento especial para nosotros, los integrantes del Gabinete de Psicología LAPSUS. Se da en la UIB, la Universidad de les Illes Balears y está a cargo de la Psicóloga y Docente Carmen Borrás Sansaloni.
En esta ocasión ha sido nuestra Psicóloga General Sanitaria Ángela Gual la que ha tenido el placer de presentar el Despacho para acomodar a los estudiantes de psicología del último año universitario que se atrevan a vivir la experiencia de navegar junto a nosotros en el año lectivo que comprende sus prácticas centradas en el ámbito clínico y de la salud.
Como bien ha explicado nuestra Psicóloga, en nuestro Gabinete trabajamos con la Terapia Breve Estratégica de forma conjunta con otras filosofías psicológicas, como es la Cognitivo-Conductual.
La Terapia Estratégica se basa en centrarse no en el Por Qué de los problemas, no en buscar el origen de las diferentes complicaciones que se nos dan en la vida diaria, ya que hemos visto en nuestra práctica clínica que en muy raras ocasiones, el deslumbramiento de las causas nos ha llevado a la solución de los conflictos. Más bien, lo que hacemos nosotros desde esta perspectiva es analizar el Cómo del problema, es decir, cual es su funcionamiento, cómo se manejan los diferentes actores de la escena, las interacciones que no solo producen sino que mantienen el problema activo y hacen que empeore día tras días. Nosotros, como estratégicos, tratamos de estudiar la homeostasis del problema. Los elementos que lo configuran y que alimentan el problema para que éste siga funcionando de forma patológica.
Gracias a diversas estrategias de comunicación, entre ellas el diálogo estratégico, conducimos a nuestros pacientes hacia el descubrimiento de nuevos horizontes, para tratar de movilizar nuevas actitudes, nuevos comportamientos, diferentes a los que habían puesto en marcha hasta ese momento, que lleven a acciones diversas y por lo tanto a resultados que no se habían dado hasta ahora. Esto genera un efecto dominó, acciones diferentes provocan sensaciones divergentes, aprendizajes diferentes y cogniciones diferentes, por lo que lo que se veía con unos ojos al inicio, ha cambiado totalmente de sentido y de perspectiva después de nuestra intervención.
La interpretación es la que define el problema ya que todos los problemas son subjetivos a la perspectiva del que mira.
Por eso, cambiando los ojos o el marco, podemos cambiar las realidades que se observan y las percepciones que se tienen de ellas porque como bien decía Epícleto, «No son las cosas las que atormentan a los hombres sino la opinión que se tiene de ellas».
Ángela Gual.