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En la actualidad esta profesión, la de Youtuber, está totalmente de moda, en auge, y no solo en el sector del entretenimiento y formación para el adulto sino que se están explorando nuevos horizontes en el mercado infantil.
La demanda de canales de entretenimiento para la franja de edad entre los 2 y los 16 años se ha disparado considerablemente, y por lo tanto, el negocio de tener a «niños Youtubers» en la red, subiendo su vida habitual o abriendo productos comerciales (promocionados por grandes cadenas comerciales) ha disparado el mercado de productos infantiles así como el consumismo entre este sector de la población, que cada vez tiene más sometido al mundo de los padres, implacables a la hora de premiar y proporcionar cualquier cosa que sus hijos puedan ¿necesitar? ¿demandar? o incluso mejor, exigir , no sea cosa que puedan traumatizarse por alguna carencia oculta en la comparación con los demás o con la falta más mínima de opulencia material.
El caso es que cada vez más existen canales de Youtube en donde los protagonistas son menores de edad, a veces niños muy pequeños, que rondan los 4 años, trabajando para vender productos o simplemente vendiendo su intimidad, su vida, su familia, sus gustos, su forma de relacionarse o de ver el mundo, a cambio de dinero.
Hoy en el Programa «5Díes Darrera hora» cuestionamos si este «trabajo» de Youtuber infantil puede pasar factura a los niños que lo ejecutan y cómo se debería proceder para que esto no ocurra o para que se minimicen los daños.
Lo cierto es que a según qué edades, es lógico pensar que son los padres los que impulsan estos hábitos exhibicionistas en sus hijos, generalmente con un fin económico detrás y quizás, por qué no, también un concepto lúdico.
Hay que tener muy en cuenta que estos niños no son tratados como niños corrientes ya que se les proporciona de forma constante regalos, se les incita al consumismo extremo y se les permite todo tipo de licencias y libertades ya que en eso consiste su trabajo, en abrir regalos (productos comerciales a exhibir para fomentar su venta), a pasarlo bien y a mostrar una diversión y felicidad continúas. Obviamente esto no es una vida real y la posibilidad de que el niño YouTube se confunda es grande, ya que se le marcan estas pautas como estilo de vida, sin frustraciones, sin aburrimientos, sin deberes y a veces, incluso sin limites. Estos niños a veces se empiedran tanto que mandan por encima de sus padres (ya que económicamente resultan muy productivos para la familia y lo usan como palanca manipuladora para someter a los padres).
Tanto el fomento de estos hábitos consumistas, como el vivir en una realidad paralela sin ningún tipo de frustración o de obligación, como el sobreimponerse al rol de los padres conllevará en el futuro alteraciones psicológicas que pueden llegar a ser devastadoras.
Teniendo en cuneta que la fama nunca dura eternamente, y que todo lo que sube baja, los niños yoputubers, en algún momento de su carrera infantil tendrán que hacer frente al hecho de dejar de gustar, por lo tanto, al hecho de que ya no tengan tan buena acogida, a que se resten dramáticamente los «likes» de sus cuentas, a que los promotores comerciales de jen de hacerles regalos, a que sus «amiguitos» dejen de hacerles caso y a que los padres dejen de estar sometidos… todo esto puede generar en los niños, que no han sido preparados para esta frustración, un impacto de índole gigante, que va desde estados ansiosos a verdaderos trastornos depresivos, comportamientos de aislamiento, ruptura con la realidad e incluso suicidio.
Ya es difícil para un adulto encarar en un momento dado el fracaso social y relacional como para esperar que un niño al cual no se le ha inculcado ningún valor al respecto, lo encaje de forma natural y serena. La dureza con la que se verán implicados en este infierno será proporcional a la falta de atención que les hayan dedicado sus tutores legales en concepto de imposición de límites y conexión con la realidad.
Los consejos que podemos dar para que un niño YouTube esté lo mejor preparado para mantenerse de forma sana en el éxito y para afrontar con delicadeza la caída son:
-Que los chavales mantengan unas rutinas, tanto de horarios como de estudios.
-Que mantengan los mismos círculos sociales de amigos que tenían antes de iniciar su carrera en la red.
-Que tengan límites y que no dispongan de todo lo que desean.
-Que exista una jerarquía familiar en la cual los roles dominantes y de poder sean de los padres, y cada uno ocupe su lugar correspondiente.
-Que se les exijan rendimientos académicos como a todos los demás chicos, comportamientos adecuados ysanciones correspondientes a las faltas de disciplina.
-Que se les frustre en el sentido de tiempo de aburrimiento, tiempo de deberes, tiempo de obligaciones del hogar, responsabilidades…
Los padres han de tener muy claros cuales han de ser sus funciones en este escenario mucho antes que ganar dinero a costa de sus hijos: cuidar a sus hijos y protegerlos del mundo exterior, de la crueldad de la sociedad y de si mismos.
Ángela Gual.